El Trip – III
Aparte de su carnaval, Mazatlán es famoso por que cada 12 años es sede de la Serie de Baseball del caribe, donde juegan equipos de Republica Dominicana, Costa Rica y otros países paradisíacos y tercermundistas. Y pues resulta que este es uno de esos años y el equipo local, Los Venados de Mazatlán dieron la sorpresa de llegar a los Playoffs para ver quien representará a México en la Serie dentro de 2 semanas.
Abusando de nuestra suerte, fuimos al estadio en pos de conseguir boletos para el cuarto juego de la semifinal entre Venados de Mazatlán y Tomateros de Culiacán y zas! No solo conseguimos boletos en taquilla, sino que muy buenos boletos, justo entre el plato y el Dugout de los visitantes. (Y sin pagar reventa, quiobo?)
Al parecer la serie de Baseball del caribe se pone de muy buen nivel, por que los jugadores de las grandes ligas de USA se van a jugar a sus países para no perder condición. Aparte de que por acá el Baseball es igual o más importante como espectáculo que el Soccer, o al menos eso pude ver en Mazatlán.
Regresamos al Hotel y se le encomendó a mi venerable padre la tarea de conseguir una palapa en la playa para conjugar el verbo Aplastarse en carne viva. Cuando al fin nos encontramos con mi Padre resultó que todas las palapas playeras ya estaban ocupadas y la única que quedaba libre era una junto a la alberca, bastante grande y con un señor sirviendo tragos en el interior. Así que ni modo, nos sentamos en el Bar a no hacer mucho más que Seguir Gozando.
Poco después nos mudamos a la playa, nos hicimos amigos de un mesero sindicalizado y contento, me metí al mar y en general estuvimos muy a gusto.
Por la tarde llegamos al estadio de Baseball donde era fiesta. Estabamos tan contentos y todo nos había salido tan bien que mi padre aceptó una muestra de Nestea pensando que hasta Cubas Gratis estaban dando.
El juego de Baseball estuvo muy bueno, pocos hits, picheo muy cerrado. Y el ambiente en el estadio otro nivel, bonito, casi familiar, se servía ceviche de botana, las cervezas estaban a 12 del águila, y encima de todo a donde se volteara había una mujer hermosa.
Saliendo del Juego fuimos a cenar en un plan mas o menos tranquilo, ya que al otro día continuaba nuestro éxodo por el noroeste del país. Yo sentí algo de culpa por que mientras se veían los mares de gente que marchaban al Bar del Hotel yo iba en camino de dormirme temprano un sábado en la noche y en la playa. Ni Perk.
Uno de los momentos de la semana que disfruto mas, es los domingos por la mañana, son muy tranquilos y relajantes. (Solo que casi siempre duermo hasta el medio día y me levanto de malas) y si a eso le sumamos playa, vacaciones y buffette (de desayuno, no de abogados), uts, poco mas puedo pedir.
Desayunamos un poco mas conscientes y menos crudos que el día anterior, reempacamos y agarramos carretera.
Lilia insistió desde que se mudó, que San Carlos era el paraíso terrenal, yo le conteste incrédulo que iba a estar muy difícil llegarle a Mazatlán (ay! mi Mazatlán) y estaba en realidad intrigado de conocer San Carlos. Ella me contestó que al fin de cuentas, que bueno que habíamos pasado primero a Mazatlán, para no llegar al paraíso así nomás de sopetón, y sufrir alguna clase de Shock.
Continua. . .