Todo lo que tenía pensado hacer hoy en el trabajo se ha visto pospuesto por una serie de problemas espontáneos que he tenido que solucionar. Dos de ellos fueron por culpa de mi asistente así que lo tuve que regañar. No soy muy bueno en el regaño, soy bastante paternalista, prefiero discutir el asunto encontrar la causa del error y dar por hecho que el que la cagó esta consciente de ello, así todos aprendemos, somos felices y nos abrazamos y bailamos como Hoops y Yoyo. (Vistos primero en Black Circus), pero no, efectivamente hay mucha gente que si no le alzas la voz, haces dramas y los tachas de pendejos no sienten que hicieron algo mal. Ni pedo.
Hoy me traje a la oficina un cepillo de dientes nuevo, por que el que tenía ya tenía muy abiertas las cerdas (me acordé de un chiste), y me di cuenta que era exactamente igual al que tenía, en color, marca y forma. Se me hizo curioso, no fue intencionado.
También tiré a la basura el tubo de pasta de dientes, que, a pesar de que lo estuve exprimiendo por mas de una semana, hoy dio su último gramo de pasta. No se por que esa necedad de aferrarse al tubo de pasta de dientes viejo. Aunque igual si lo seguía exprimiendo todavía me aguantaba el resto de la semana. Pero Bueno.