SW + Blues
Como ando en plan ahorrativo (por no decir marro) para mis vacaciones y como tuve un semana con mucho trabajo, decidí guardarme el viernes en mi casa. Estuvo bien, vi el juego de los Yankees con mi papá y vi Ocean?s Eleven, que no había visto.
El sábado decidí posponer la peluquería y el eléctrico del coche, y pase a comprar mi Trilogía de SW en DVD y me la fui a ver al Home Theater de mi hermano. Había escuchado comentarios de algunos amigos y leído opiniones de fans clavados en uno que otro foro y pues me hice algunos prejuicios de los cambios que le hicieron. Pero ya que la vi, ah! Como la gocé!. El 5.1 se escucha poca madre, y unos colores tan brillantes, yo creo que aún mas que cuando la reestrenaron en el cine.
Los cambios que le hicieron de la Edición Especial para acá, no son tan graves y algunos están muy chidos.
Aún no he acabado de ver el disco de extras, pero lo que llevo del documental me ha gustado mucho, no cabe duda que la trilogía clásica es la ley.
Después de la tarde estarguareana y jugar un poco con mi sobrina, partí a casa de mi cuate Armando que celebraba su cumpleaños.
Como es costumbre, llegó Juan su cuñado (que me cae poca madre) y granb parte de la noche no se hizo mas que hablar de y escuchar buena música, y pues como era el cumpleaños de mi amigo, el viejerío se tuvo que aguantar y no bailar, jeje.
Lo que oigo en general de música el día de hoy, mayormente rock y algo de pop en inglés, se lo debo a la Pantera, wfm en sus early years y Radioactivo.
Actualmente como ya no hay radio que escuchar en el DF, al menos que satisfaga mis gustos, me he dedicado a explorar un poco de otras cosas, como el Jazz y el Blues. Realmente no conozco mucho mas que lo estereotipado en cada género, un día me compre un álbum doble de Sir Duke E. y a partir de que conocí el Café Negro tenía ganas de iniciarme en el buen Blues.
Ahí medio bajé algo de Clapton, Dylan y demás Blues Pasteurizado (Término que aprendí el sábado en la noche), bueno pero nada fuera de lo común.
Así que el Sábado en la noche entre Armando, Juan y un cuate de Nora llamado Memo, me dieron senda cátedra de Blues, igual y me contaron el temboruco pero si me apantalló. Salí de ahí muy contento cerca de las 4 y con un CD prestado de un tal Señor John Mayall.
El domingo, rechacé unos chiles en nogada de mi abuelita para quedarme a ver a los Pumas hacerle el favor al Cruz Azul y acabar de ver mi trilogía. En la noche vino el Verde y nos fuimos al cine a ver La Terminal, de Spielberg, que esta muy amena. (ameno, que cagada palabra, ameno ameno ameno ameno ameno ameno ameno ameno, acaba de perder su significado).
Platicamos muy a gusto, intercambiamos los current issues de cada quien y estuvo a gusto.
Entre esos asuntos, yo estaba mas o menos preocupado de lo mamón que soy. Creo que a veces soy demasiado mamón rayando en lo intolerante. Pero bastó un fin de semana con gente del mismo nivel de mamonés (o hasta mayor, yo diría), para darme cuenta que no es tan grave mi problema.
(Recién baje Lucille de BB King, de lo mejor que me recomendaron este fin de semana)
Hoy llegué a la oficina y con tanto trabajo no me dio tiempo de mucho. El día se me fue como agua, y de regreso a casa el CD de John Mayall me hizo el camino.
Buen fin, en general, con el detalle de que no he podido vencerme. La guerra sigue.