Pues bueno, ya entrado en posts sabatinos…

Viernes.

Estábamos Rosa y yo en una exposición de artesanías en la Alameda cuando…

Primero, el haber llegado a esta «expo» fue fortuito, pero resulta que se presentaba lo mas selecto de la manufactura artesanal mexicana, como CD’s pirata, pulseritas coyoacanescas, adornos hechos por viejitos, etc. Busqué mi guayabera que quiero desde hace ya rato, pero no la encontré, ni pex.

En eso estábamos cuando llama Paco para exhortar a una función de cine seguida de ira ver un amigo suyo tocar en algún lugar de la Nápoles. Fuimos Pues.

La película estuvo palomera. Pero el lugar al que fuimos después muy a gusto, la banda del cuate de paco resultó tocar de los Blues mas sabrosos que he escuchado en vivo, lo disfruté mucho mucho.

El Kike desde que anda sin mujer anda desatado. Y ha estado organizando salidas y bacanales frecuentes ya que su meta es andar con dos mujeres al mismo tiempo, pero que entre las dos sumen su edad. Es por ello que de ahí se fueron al Alebrije, a ver si se ligaban quinceañeras. Yo acepté dignamente mi edad y nos quedamos un rato mas ahí, viendo a otro grupo que igual no estaba tan malo, y esperando a una amiga de Rosa que nunca llegó.

Ya al irnos, en un intento por no hacer morir la noche temprano, pasamos a «Tortas Jorge», que es un restaurante Bohemio-Taurino de esos de tradición. El mood switch estuvo perro , ya que aquí la música que sonaba era onda Pirulí, José José, y ondas de ese nivel. El cuate que cantaba le ponía tanto feeling que en verdad salí conmovido, (sobre todo cuando cerraba los ojos y estiraba la mano), muy pintoresco y chido el lugar, (aparte de que venden muy buenas tortas).

Aquí entre la concurrencia se encontraba nada menos que Lalo el Mimo, echándose una torta y un trago. Yo siempre he sospechado que nunca fue mimo, no me lo imagino con la cara pintada de blanco, su camisa rayada y su acto de estar atrapado en una caja de cristal, estuve a nada de preguntárselo, pero me comporté.