El tema de conversación durante la comida fue onda esotérica. Que si la reencarnación, vidas pasadas, la energía, los mayas y los chinos, etc.

A nuestro selecto grupo de comensales se unió una mujer que yo no conocía y se puso a hablar en ese plan erudito de «yo tengo la verdad absoluta» esos que impresionan a las masas y todos le creen y le empiezan a preguntar como si de veras. Reencarnación ppffft.

Y aparte, me encanta cuando hablan de átomos y campos magnéticos y cuanta mamada se escuche «científica» queriendo sonar fundamentados y apantallar a la concurrencia. Yo decidí aplicar la técnica Kalimán (Serenidad y paciencia) y mejor me quede calladito.

En general respeto credo, religión, código postal, y equipo de futbol, pero me caga cuando alguien cree que con ver un programa en Infinito puede ofender mi inteligencia.