Cabeza vs Corazón – 1a Caída

Hace no mucho leí, por compromiso mas que por gusto, «La inteligencia Emocional» de Daniel Goleman, que a grandes rasgos dice como es que vale la pena contener el instinto y evitar que las emociones lo abrumen a uno. Es mas fácil tomar malas decisiones cuando un esta muy enojado, eufórico, deprimido, o en algún otro extremo emocional. Se corre el riesgo de decir o hacer cosas que normalmente no diríamos o haríamos y que por lo mismo las consecuencias no son siempre positivas.

En pocas palabras hay que controlar las emociones, que para eso tenemos esta cabecita loca capaz de pensar.

Recién lo leí no me pareció mala la idea, al fin de cuentas siempre he estado en pro de la racionalidad, pero ahora no estoy tan seguro.

Explico.

Como cualquier persona aquí y en china, me he llegado ha peguntar acerca del fin último o propósito de la existencia, la inmensidad del espacio, la vacuidad de la materia, la soledad del hombre, la guerra, la paz, y todos esos temas que se discuten en pedas ya medio avanzadas o para tratar de impresionar mujeres.

¿Cuál es el sentido de la vida?. Una respuesta que me gusta me la dijo el verde ya hace algunos años: hacia delante.

¿Osea que, que? Osea que, lo único que tenemos seguro, es el siguiente instante de vida y yo digo: ¿Por qué no disfrutarlo? ¿Por qué no divertirse? ¿Por qué no Seguir Gozando?

Mi propuesta es gozar. Gozar desde estar apendejadamente enamorado, hasta estar a punto de cortarte las venas con un ejote por desamor. Disfrutar el cereal de la mañana, el arroz de mi abuelita y la hora de tráfico de rigor en las mañanas.

Esto suena gacho a Miguel A. Cornejo o alguna presentación cadena cursi y mamona .ppt, lo se. Pero no creo en el uso del mal humor fuera del Domingo en las mañanas.

Mi conflicto esta en encontrar el punto adecuado entre el pensar y el sentir. Creo que mi afán por racionalizar las cosas ha mermado la espontaneidad y ha inhibido al sentimiento en bruto que es tan sabroso.

Pienso mucho.

Intento tanto tomar conciencia de todo lo que veo, hago y siento para poder disfrutarlo, que deja de ser espontaneo y natural y se convierte en algo mas estudiado y menos disfrutable que lo real.

Mmmh, por ejemplo, digamos que me estoy comiendo una memela, y es una memela muy buena, y de repente Zas! Tomo conciencia del momento, «Ah! que buena memela, pero ¿que tal si le pongo mas salsa? ¿rompería la perfección de la memela? Ya se me atoró, pero si le doy un trago a mi Lulú se me va el sabor de la memela, mejor me atraganto?etc.» Y cuando menos me doy cuenta ya no estoy disfrutando la memela como antes.

En fin, no se si en realidad esto es lo quería escribir, pero hasta este post estuvo muy pensado y analizado y eso me molesta.

Una cosa si es segura, se me antojó la memela.