Hoy vino a comer mi tía Lilia. Y el tema de conversación fue, obviamente, el caso de mi hermana.

Entre otras cosas platicó su experiencia con su hermano, mi tío, Tacho. Tacho fue la ficha de la familia. Muchas veces se veía involucrado en alcohol, crímenes y lo peor de lo peor.

Mi tía vivió un resentimiento muy fuerte, por que una y otra vez mis abuelos le daban la mano y lo apoyaban, no importa cuantas veces había que irlo a sacar del bote o ayudarlo a salir de las broncas en que se metía, mis abuelos siempre estaban ahí ejerciendo el perdón una y otra vez. Cuenta mi tía que una vez celebrando sus 13 o 14 años en su casa recibieron una llamada que había que ir a sacar a Tacho del bote, y zas! Se acabo la fiesta. Ella siempre le recriminó a sus papás que le dieran tantas oportunidades.

El caso de mi hermana no es para nada parecido en magnitud al de Tacho (ASFAIK), pero yo por mucho tiempo pensó como mi tía, ¿Cómo es posible que sigan confiando en ella? ?Por qué se le dieron tantas oportunidades? Si siempre volvía a los mismos engaños y abusos. Hubo veces que intente hablar con ella, regañarla, yo que se. Pero todo era inútil ante el hecho de que mi Papá siempre perdonaba y/o se hacía de la vista gorda. Decidí no volverme a meter. ¿Para qué? Si siempre funcionaba su técnica, siempre volvía pidiendo un perdón vacío para poder abusar un poco más, hasta que otra gota volviera a derramar el vaso y entonces se repetía el ciclo.

Pues bien, el ciclo se rompió y al fin después de 25 años la paciencia de mi papá también.

El punto aquí es, que no puedo emitir juicio. No tengo los elementos suficientes. No soy padre. No entiendo el lazo desde esa perspectiva. Pero al parecer puede ser mas dañina y destructiva que cualquier otra relación.