¿Cómo funciona la Caja?
Ha de haber sido hace unos 18 años aprox. Cuando mi madre nos inició a todos en la caja.
El supuesto es que el espíritu de la Navidad llega junto con el solsticio de invierno (¿o es equinoccio?), y llega con ánimos dadivosos, o sea que si alguien pide algo en ese momento hay muchas probabilidades de que ese algo se reciba a lo largo del siguiente año. (NOTA: Al decir altas probabilidades, me refiero a alguna especie de estadística celestial que escapa a las leyes de probabilidad Gausiana y combinatoria que conocemos y que por lo mismo no aparece en el Walpole de probabilidad ni en algún otro libro que haya visto.)
En fin, el procedimiento dice que es necesario escribir en pequeños papelitos todo aquello «material» que uno desee, dejando los buenos deseos y propósitos para fiestas de fin de año o concursos de Miss Universo.
Es decir, que cosas como: Un auto nuevo, un Home Theater, o la colección completa del Llanero Solitario son válidas, mientras que, La Paz Mundial, Que fulanita(o) ya me pele o ser el empleado del mes, no son jurisdicción del espíritu navideño.
A continuación todos aquellos papelitos deben de ser introducidos en una pequeña caja, desear con mucha fe por lo pedido y guardar la caja en un lugar seco donde se pueda encontrar el próximo año.
Al siguiente año, se revisan los papeles, se sacan aquellos que hayan sido concedidos y se introducen nuevos, agradeciendo al espíritu por su generosidad.
La apertura de la cajita debe de llevarse a cabo durante el solsticio de invierno, pero como algunos años esto ocurre a horas bastante inhábiles (como este año que fue por ahí de las 2 am del Lunes), decidimos hacerlo en un horario institucional del 21 de diciembre a las 12 del día.
Este ritual pagano funciona igual que pedirle algo a cualquier deidad, santito o diputado local. Osea no se garantiza que lo que se pida sea concedido ni puede comprobar que lo concedido sea por obra y gracia del espíritu Navideño, o por el aguinaldo de algún familiar generoso. Pero cuando uno tiene 8 años es muy interesante y divertido y hasta una buena forma de crear lazos paternales y familiares.
A la fecha he metido por éste trámite, algunos juguetes, a Odie (perro por 16 años), una colección completa de tarjetas de Star wars, y mas recientemente una PDA, un viaje y una cámara de vídeo que tardo 14 años, pero por fin llegó.