Acabo de tener una junta con Jorge. Jorge es un Actuario jefe del área técnica de la aseguradora donde trabajo. Se encarga básicamente de usar la estadística y las matemáticas que todos creyeron que nadie nunca usa en el mundo real, para calcular cuanta madre de reservas, primas y reportes llenos de números.

Jorge en general es una buena persona, de hecho considero que es inteligente y sabe mucho de lo que hace y lo hace bien, es de los pocos que no tengo que estar correteando cuando me debe información o cualquier cosa para el trabajo.

La bronca que tiene Jorge es que es de esas personas que hablan y hablan y hablan y hablan y hablan y hablan, pasan los días y sigue hablando.

Mas de una vez me ha pasado que lo dejo que hable y hable, y cuando me doy cuenta, lo único que veo es a una persona moviendo los labios y emitiendo sonidos incoherentes. Como a mi enseñaron desde chiquito que es de mala educación interrumpir a alguien cuando esta hablando, para matar el tiempo en lo que termina, me imagino que estoy en diferentes lugares y las personas de mi alrededor ambientadas ad hoc, por ejemplo: un bar a go-go, Jorge trae un afro impresionante, cadenas de oro y esta vestido como el «Ladies Man», por supuesto hay mujeres enjauladas a su espalda. O la onda playa, donde mujeres en bikini nos traen bebidas, se escucha el rugido del mar, mientras Jorge trae una camisa onda Mangum y explica animadamente algo sobre reservas matemáticas e indicadores.

Esta práctica la recomiendo ampliamente durante juntas, clases y/o entrevistas aburridas, una forma fácil de empezar, es usar el momento Village People, cuando cada uno de los presentes esta vestido de obrero, policía, Biker, Indio y Marinero.

Se abre un mundo enorme de posibilidades.