Un tema del que una mujer no puede evitar hablar, es de sus zapatos. Es involuntario, biológicamente imposible. (Como abrir los ojos al estornudar)

Esto se puede usar a favor o en defensa propia en casi cualquier situación comprometedora con alguna mujer, o en medio de un silencio incomodo, la frase: “Oye, que bonitos zapatos! ¿son nuevos?”, muy probablemente te sacará de la bronca.