Alguien aquí dijo la palabra “araña” y salto a mi mente el sueño que tuve anoche:

Mi madre se me acercaba a preguntarme que opinaba de tener un nuevo hermano.

Obviamente la pregunta me sacaba de onda. Yo pensaba que esa era decisión de mis papás después de todo, pero como se me había preguntado les dije que no lo creía conveniente, pues mi madre a su edad corría riesgos de salud y que la atención que necesitaba un bebe era demasiada y yo no creía que pudieran mis padres solos, ya que, mi hermano ya estaba casado, y yo en cualquier momento me iba y por su puesto con mi hermana no podían contar. Y le pedí que lo reconsideraran.

Por ahí estaban mi hermano y su esposa diciéndoles “Anímense, es bien padre!” y demás argumentos tontos.

Finalmente mi madre me dice que ya habían tomado una decisión e iban a adoptar a la hija de una mujer de 21 años que no la quería.

Lo bizarro fue cuando conocí a la nueva hermana: Una araña.

Una araña, literalmente hablando. Era una viuda, era muy negra, como del tamaño de una nuez y se veía peligrosa.

Sentí una mezcla de alivio, por que no fuera un ser humano y repulsión por el insecto. Una repulsión culpable, por que después de todo era mi hermana.

Se me pidió que la cuidara, así que la metí en un vaso desechable, de esos que tienen tapa y hoyito para el popote, para que no se escapara. El vaso no era suficiente, por que con una fuerza sorprendente (para ser araña) logró abrir el hoyito del popote y se empezó a salir del vaso. Angustiado empecé a buscar algo para detenerla pero era muy fuerte y se abría paso por cualquier cosa que yo le pusiera encima. La única forma que encontraba de detenerla era soplando o agitando el vaso para que cayera al fondo, y así yo tenía tiempo de buscar algo para evitar que se saliera mientras volvía a escalar las paredes del vaso.

En un momento de lucidez se me ocurrió voltear el vaso y dejarla atrapada contra la mesa. Cuando lo hice, una hormiga quedo atrapada con ella.

Después de eso mi sueño divagó en algo que no recuerdo.