Me levante temprano y llegue muy temprano a la oficina solo para postear en el blog.
Fue un fin de semana bueno.
El viernes Decidí no invitar a bailar a Laura por ahorrar para Cocoyoc, me arrepentí y me la pase bastante aburrido en casa.
El sábado fue Cumpleaños de Adrián. Fuimos a cenar a Dave & Buster’s un lugar medio Yuppie en polanco, donde el chiste es que tiene un piso con juegos de video y esas cosas. Estuvo bien, pero caro. Jugué el Pinball de Starwars que hace mucho no jugaba. También jugamos un juego de carreras linkeados los 4. Shooters y demás simuladores. Algo que me pareció curioso es que, como en la mayoría de los arcades, hay algunos juegos de habilidad que dan para canjear por premios, pero además de los obligatorios peluches y chunchecitas, también era posible canjearlos por DVD’s Televisores planos, cámaras digitales y autoestéreos. (claro que se nececitan como pinchemil boletitos) pero bueno…
Despúes del restaurant fuimos a casa de Andrés donde para seguir con la onda juego de video, Adriana sacó los tapetitos para bailar al ritmo del playstation (esos que están tan de moda). Tranquila la cosa estuvimos hasta por ahí de las 4. Y me atrevo a decir que me divertí. Aunque me gaste una lana e igual acabé bailando, así que igual pude haber mejor salido con Laura Ivonne.
El Domingo fue día del padre. Me levante tarde, comimos Barbacoa y vimos una buena película mala. Otra idea de Domingo.
En algún momento de la noche del domingo, me encontré con un folder lleno papeles dispuestos a manera de cápsula del tiempo, preparada en el 92 y para ser abierta en el 2002. Me dio gusto encontrarla y me dio risa ver como pensaba hace 10 años. Le doy la razón a la canción, si 20 años no es nada pues 10 son la mitad de nada, o sea, igual nada o hasta menos.