Ayer estuve tratando de deducir por que he estado de este humor perro ultimamente. Llegue a la conclusion de que uno de los factores que me pone de malas es el trafico.
Me gusta pensar que soy de las personas que son civiles y civilizadas al manejar, trato de ceder el paso, me detengo en las preventivas, pongo mi direccional al cambiar de carril, etc. Se que no gano nada (mas que piedras en el hígado) si le hago la vida mas dificil al otro conductor, se que el que se me cerro no tiene nada en particular contra mi, se que lo naco no se lo voy a quitar tocandole el claxon o mentandole la madre. Ni modo.
Pero todo tiene un límite.
Es inaudito que para ir de cualquier lado a cualquier otro de la ciudad haya que calcular una pinche hora!!, una hora de mi casa a la oficina y una, al menos, de regreso, que perdida de tiempo!
Y por si no fuera suficiente entre el segundo piso y las marchas a la gente se le acentua lo animal y lo naco.
El otro día, sábado 12 de la noche, de la casa de Andrés a casa de Kike, estuve media hora parado enfrente del Hotel Camino Real en Mariano Escobedo, ¡¡Media Pinche Hora!! ¡¡En sabado a las 12 de la noche!!, ¿que no tienen antros donde meterse, O cosas que hacer en sus casas?.
Luego los maestros y sus marchas. Estoy 100% de acuerdo que la educación es la base de una sociedad, y que los maestros en nuestra sociedad tienen unas condiciones mendigas, pero no se a quien es el que se le ocurre la idea de poner a la ciudad mas grande del país y sus 20 millones de habitantes en su contra va a ayudar que el gobierno les resuelva sus broncas. Yo si fuera el Peje (Que doy gracias a Dios que no lo soy), estaría mas preocupado por los 20 millones de ciudadanos encabronados que por los 1000 maestros que vienen parando Reforma haciendolos encabronar. Creo que esos sindicatos necesitan un asesor de relaciones publicas.
En fin el infinito y mi paciencia tienen un límite, Cheil! Ya hasta me puse de malas.
Pero la culpa es mía por seguir en esta ciudad.