Maufest 2008

El día del Maufest me levanté muy temprano, desayune mi pancito con café e hice algunos arreglos menores.
Cuando pasó mi amigo y vecino Armando por mi andabo yo medio estresado, era una combinación entre sidróme anfitrional y ansiedad de puntualidad. Afortunadamente el aleatorio de su ipod tocó la canción justa para disipar estrés y malhumor.

Estoy elaborando una teoría de que los dispositivos emepetreseros son el nuevo medio de comunicación entre la divinidad y el hombre.
Antes, el hombre en momentos de deseperanza y angustia, solía abrir al azar libros como la Biblia, el Corán, o el cancionero Picot y justo la página elegida tenía un versículo con palabras de aliento y esperanza.
Ahora dios nos dá ánimos a través del «Random Shuffle» del ipod.
Cuántas veces no se ha tocado esa canción que justo necesitabamos oir.

Pasamos por Rosa María que había bajado desde las heladas tierras de Toluca (con todo y regalo!) y nos dirigimos al ajusco.

Llegamos al campo y ya estaban ahí Alonso, Armando y Karina, sin desayunar pero muy animados. Al poco tiempo llegó Kike, Mario, Charlie, Alice, Huicho y Miriam, Andrés, Adriana y Adrián, y demás convidados a la matazón.
En total sumábamos 13 jugadores, decidimos empezar esperando que los demás que llegaran se incorporaran.

Nos dieron chalecos de protección, máscaras y ¡armas!

Para la mayoría, era su primera vez así que nos dieron una plática de inducción donde nos explicaron que hacer para no sacarnos un ojo. La plática tuvo muchos episodios divertidos:

Instructora: Muy bien, este es el seguro del arma no vayan… asi se quita y así se pone… ¿ven?. Cuando el seguro esta puesto no se puede disparar.

¡BANG!

Andrés: eeeehh… creo que mi seguro no sirve

….

Instructora: … y cuando les disparen en torso o careta, se tienen que salir del campo…

Alonso: ¿y si no siento el disparo?

Instructora: uuuuu, lo vas a sentir… lo vas a sentir.

Pasamos pues al primer juego.
Con la milenaria técnica de numérense 1 y 2, armamos dos equipos al grito de zas!
En medio campo estaban los restos de un camión donde se colocó una bandera improvisada. El equipo que fuera por la bandera y regresara resultaría ganador.
La estrategía de mi equipo fue simple pero efectiva: los dos miembros tamaño Hobbit fueron los elegidos para ir por la bandera mientras los demás cubríamos.
Ganamos sin ninguna baja significativa.

Para el segundo juego ya habían llegado tropas de refuerzo, Skid e Indi, Rick y Lorena, Miguel, Mono y hermano y Lisandro y Anell.
Repartimos refuerzos y pasamos al segundo campo.
Este campo tenía como trincheras unos tambos de metal que cada vez que una cápsula de pintura les pegaba, sentía uno que se estaba escondiendo atrás de la campana de Dolores.
Aturdido por el escándalo decidí cambiarme de trinchera y fue cuando una bala enemiga me alcanzó directo a la careta. ¡Cheil!

Fuimos pués al tercer campo, que era el mas grande y popular. Le llamaban campo Vietnam, que aunque distaba mucho de una representación fiel a una escena de Apocalipsis ahora, si tenía un fuselaje de avión en medio para ambientar el asunto.
Tuvimos que esperar como 30 minutos nuestro turno, pero valió la pena.

Cuando se dió la señal salí y me atrincheré dispuesto a todo. Justo cuando iba a hacer mi segunda avanzada, de la nada me empezaron a llover ráfagas de cápsulas. Me tardé en descubrir que de dónde venían, eran de una torre donde Andrés me estaba snipereando y desde un extremo del avión Charlie (Mi amigo, no un vietnamita) me flanqueaba.
No me mataron, pero recibí tanto balazo en las piernas que pensé en Tom Cruz en Nacido el 4 de Julio.
No pude hacer mucho, estaban muy bien protegidos y las cápsulas se me acabaron antes de hacer mi movida de Rambo. ¡Cheil!

Después de la batalla en el vietcong, nos reagrupamos en la cafetería donde comimos algo, nos hidratamos y le bajamos un poco a la adrenalina.
Para este momento ya era hora de la Eurocopa y tuvimos algunos soldados M.I.A.

Los que quedabamos todavía prendidos después del break, nos fuimos al único campo que no estaba aperrado.
En este campo, las trincheras eran inflables como los que salen en los torneos de la tele, que a decir verdad no cubrían mucho (Por lo que precisamente era el único campo vacío).
Jugamos como otro cuatro juegos tipo Blitzkrieg. Rounds de poco tiempo pero mucha intensidad.
Al segundo juego, mi arma se trabó y decidió escupir pintura en vez de disparar cápsulas. Estoy seguro que esto no pasa en Irak.

Terminamos hasta que se nos acabaron las cápsulas.

Salimos y después entregar el equipo y de un round con la que llevaba las cuentas, el grupo se redujo.
Los sobrevivientes nos fuimos a comentar la batalla con un trago en la mano y comida en la mesa. Cual Deborah Kerr.

Este Maufest fue realmente memorable. Agradezco a todos los que me dan coba año tras año.
Se resintieron ausencias de último minuto, pero aún así se armó un buen batallón de 20 efectivos + apoyos morales.

¡No se vaya a perder el Maufest 2009!

2 comentarios en «Maufest 2008»

  1. Ni pex viejo, nos hicieron falta indeed…

    De Lorena, francamente no la conozco tanto, es novia reciente de mi cuate Rick.

    ¿Algo de lo que le deba prevenir?

    Sigue Gozando!

Los comentarios están cerrados.