No se si estoy especialmente sensitivo o qué. Escucho a mis vecinos platicar en el departamento de junto. No distingo la conversación, pero me estresa que las paredes sean tan delgadas. (Recordé la película de Office Space). Supongo que escucharan de la misma forma cuando enciendo mi Home Theater. Unas por otras…
[Pone el Waltz del Padrino en Surround y le sube]
Mucho mejor…
Entre mi generación (y supongo que generaciones previas a la mía), es natural escuchar conversaciones acerca de como uno cambia y no resiste como cuando era joven. La verdad es que esto no debería sorpenderle a nadie, ha pasado por miles de años y seguirá pasando, pero siempre es novedad cuando le pasa a uno mismo. Que si ahora uno se cansa mas rápido, que sile da sueño mas temprano, que si uno se emborracha con menos cantidad de alcohol, que si la líbido disminuye (No es mi caso, veinteañeras interesadas sigan mandando solicitudes a mausanchez[arroba]gmail.com), etc.
Recientemente identifique como ha disminuido mi tolerancia a la frustración en juegos de video. Me explico, en la adolescencia podía pasarme horas y horas jugando Nintendo, y no desistía hasta terminar el juego (En esa prehistoria uno no podía guardar el avance), asíque cuando uno se encontraba una parte difícil, no había mas que perseverar y perseverar a costa de los pulgares hasta acabar el juego.
Recientemente, en pleno abuso de ser único dueño de mi tempo y dinero, me compré un PS4 con dos juegos de moda (Infinity y Last Of Us) y me imaginé fines de semana enteros sin salir de casa acumulando horas y horas de juego.
Trisemente resulta que si después de jugar un par de horas, me encuentro con una parte difícil, depués de unos cuantos intentos y vidas gastadas, me frustro muy rápido, apago todo a la chingada y me pongo a hacer otra cosa. ¡Cheil!
¿En que mounstro me he convertido? Vislumbro mi vejez solo jugando la viborita y el candycrush : (
Faltan 60 días para la primavera.