Egipto I

Salí de León en un vuelo de media mañana con toda calma. Desayuné tranquilo en el aeropuerto mientras transmitían la repetición del España-Portugal, que sin duda ha sido uno de los mejores juegos de este mundial. Me volví a emocionar al verlo. En la mesa junto a mi había dos mujeres que también se emocionaban cada que había un gol, pero por sus comentarios estoy seguro que no sabían que era una repetición.

Ya en la CDMX todavía me dio tiempo de hacer algunos trámites que tenía pendientes, llenar mi quiniela para la segunda parte del mundial y comer con mi familia muy a gusto y muy sabroso. Life is good.
Viaje por Alitalia al Cairo vía Roma. Cuando compré mi boleto la aerolínea me ofreció su alternativa de subastar un upgrade. Es decir, en vez de pagar los boletos a precios obscenos y prohibitivos de Business class, uno hace una apuesta y si 24 hrs antes hay lugares disponibles pues los van repartiendo conforme más hayan apostado. De ida me avisaron que nanay, que me iba como pobre por que el vuelo iba lleno, y pues si optodimoder.
El vuelo no estuvo bonito, 11 horas medio dormido y medio no.
Alice, Michelle y Luis (amigo de Michelle) todos viajamos en vuelos diferentes, y nos manteníamos en contacto entre conexiones. Alice, por ejemplo, tenía la idea de viajar a Roma (la ciudad, no el jabón) vía Madrid, llegar 12 horas antes que yo, y pasar un día de paseo Romano.  Pero cuando uno viaja de stand by, los planes son impredecibles. Resultó que no se pudo subir al vuelo tempranero que ella esperaba y la mandaron hasta el siguiente.
Michelle viajó al Cairo desde Doha vía Beirut, y Luis vía Amman. Parecíamos un capítulo de Amazing Race.
Cuando llegué al aeropuerto de Roma, ya tenía 100 mensajes con actualizaciones. Alice había llegado a Roma, y Michelle y Luis ya estaban en Egipto, pero camino del Cairo a Alejandría, al transporte que habían contratado se le descompuso el auto y los había dejado tirados en medio del desierto, seguí leyendo y me encontré con un desenlace feliz en el que ya habían llegado a Alejandría. Inmediatamente después revisé el resultado del juego Francia-Argentina y me enteré que el final no había sido tan Feliz para Messi y los suyos.
Mi plan para el aeropuerto de Roma era buscarme un lugar donde comer algo y ver el Uruguay-Portugal mientras salía el vuelo a Cairo. Me coordiné con Alice que estaba en otra Terminal de aeropuerto y nos enteramos que no había lugar en Roma donde se pudiera ver el juego por que SKY Italia en un desplante de ardor y coraje no compró los derechos de transmisión del mundial.(!)
Afortunadamente tenemos salud e internet y no fue difícil encontrar una transmisión Turca por el celular para ver cómo eliminaban a Cristiano Ronaldo de la copa.
El vuelo Roma-Cairo fue de tres horas, y también iba atascado. Llegamos como a la 1am hora local, y se nos hizo buena idea comprar moneda local. El tipo de cambio está bastante amable para la conversión: 1 libra egipcia cuesta 1.11 pesos mexicanos.
Saliendo del aeropuerto ya nos esperaba un egipcio con mi nombre en un cartón  para llevarnos a Alejandría. En el camino atravesamos Cairo y Giza que están pegadas, solo separadas por el río Nilo, así como la colonia portales y la campestre divididas por el Río Churubusco, guardando las debidas proporciones.
Lo bueno es que a las 3 a.m. No había tráfico y pasamos por el centro muy fluido, lo malo es que pues justamente tampoco había mucho que ver a esa hora, me la pasé buscando la sombra de las pirámides, pero estaba muy oscuro como para ver algo.
Todo el camino nos fuimos platicando y nos agarró el amanecer. Llegamos al hotel en Alejandría como a las 6 a.m. y nos reportamos con Michelle para quedar para desayunar. Trate de dormir un poco pero mi cuerpo no había estado tan confundido desde la pubertad, y aunque tenía más de 24 hrs continuas de viaje no pude pegar el ojo.
En el desayuno acordamos que el día de hoy sería de contemplación y relax y de una lucha pacífica contra el jetlag. También acordamos de los lugares que vamos a visitar en Alejandría donde el turismo corre por nuestra cuenta.
Dicen que lo importante no es el destino sino el viaje…