Pare de Sufrir

El viernes una combinación entre la marcha de los maestros (es que andan a pie, por eso necesitan Hummer) y una descompostura en el metro, me hicieron caminar a casa desde la mitad del trayecto.
Sobre Av. Revolución se me atravesó el «Santuario de la Fe» de los de Pare de Sufrir. Entré, tomé asiento y me dispuse a escuchar y observar.

El Pastor de acento portugés, como en la tele, daba su sermón mientras un pianista en vivo agregaba un efecto tipo narración de Mariano Osorio. En un momento de la ceremonia el pastor pidio que los fieles sacaran una camisa, playera o prenda de algun familiar enfermo o conflictivo (que había pedido anteriormente) para que con su bendición al ponérsela, le desaparecieran todos los males que le acongojaran.

Cuando terminó la ceremonia, salieron mas pastores y pidieron que los primerizos se acercaran al escenario e hicieran una fila para que se les explicara el asunto y se les diera una inducción. Me acerqué.
Los fieles se entrevistaban con los pastores quienes en algunos casos colocaban las manos sobre la cabeza del entrevistado y pedían que los dolores y las penas salieran del cuerpo.

El templo queda junto a los tacos del Borrego Viudo, y me salí preguntándome si cuando el brasileño tiene hambre alguien le pide tacos al pastor.

(Batería y Platillos de chiste malo)