Durante toda la semana venir a la oficina en sábado pareció una buena idea. «Podría adelantar trabajo sin que nadie me inerrumpiera» pensé. Ttzzzzt (chicharra de: Equivocado!).
Al entrar al piso hay 5 trabajadores de limpieza, una pulidora y un radio con la Ke-Buena. Pulen, limpian y discuten si su supervisora adelanta su ‘reloc’ 15 minutos por la mañana por que le da un placer malasano regañarlos.
Cheil! Me es imposible concentrar, llevo ya casi una hora y no he hecho nada productivo en absoluto.
Encima me di cuenta que dejé mi cuaderno con notas que necesitaba para hacer el tema urgente que me trajo aquí in the first place, en el coche de un compañero de la oficina, y no lo veré hasta el Lunes.
Ya me estoy convenciendo a mi mismo que lo peor que puedo hacer por mi humor en un día de descanso es venir al trabajo a estresarme mas.
No se en que estoy pensando, incluso mi jefa me dijo ayer, «Mau, tómate el lunes, te veo mal», no solo lo rechazé, sino que aqui estoy, en sábado. This is just not right.
mmmh…