Punto 1
Una de mis fascinaciones adolescentes siempre fue la idea de viajar en el tiempo.
Desde películas palomeras tipo Volver al futuro y relatividad de revista barata la idea de que el tiempo no es absoluto me atrapa. Fui fan incondicional de la Serie «Quantum Leap» e incluso, el tratar de comprender la naturaleza del tiempo fue uno de los motivos que me llevó a estudiar física recién salí de la preparatoria.
Poco después descubrí que hacer ciencia no era tan fácil y divertido como el Doc Brown aparentaba, y junto con otros factores externos (que son motivo de otro post), desistí de la física y me dediqué a la ingeniería.
Ya fuera de la Facultad de ciencias el tema de poder viajar en el tiempo me siguió llamando la atención pero con un aproach mucho menos clavado y mas a su naturaleza ciencia ficcionesca.
Una frase, que no recuerdo dónde leí ni quien dijo, me terminó convenciendo: «La mejor prueba de que los viajes en el tiempo no son posibles, es que no estamos invadidos de turistas del futuro».
Aún así, cuando estoy en el tráfico, soñando despierto, pensando pendejadas o en momentos de introspección pura, es muy común que me vengan a la mente situaciones «What If?».
Realidades alternas que pudiera haber vivido de haber tomado decisiones diferentes en mi vida de las que he tomado hasta ahora. Fantaseo con segundas oportunidades.
Punto 2.
Apelando a la razón y al sentido común es un hecho que no se puede revivir el pasado y por ello no tiene mucho caso lamentarse o azotarse demasiado por ello. «Todo tiempo pasado fue anterior», decían Les Luthiers.
Es por ello que no me gustan en general los ‘revivals’ de épocas pasadas, o pláticas de mis contemporaneos acerca de caricaturas ochenteras oscuras o como antes uno era mas feliz que ahora. Es común, por ejemplo, si uno tiene amigos de la adolescencia que en cada reunion el tema central siempre sea «los buenos tiempos». ¿Que hay de malo en estos? ¿Por que no hacerlos buenos también?. Demasiada nostalgia me puede llegar a hastíar.
No digo que yo no sea afecto a los recuerdos, «Recordar es volver a vivir» dicen en Universal Stereo. Tengo un gusto Kitsch por el pasado y gozo de una sesión de «te acuerdas de…» como cualquiera, pero no como el tema diario de plática.
Creo que es un síntoma generacional, que le pasa a uno al acercarse a la adultez contemporanea.
Conclusión.
Citando al Post de Semidios: «¿Para qué revivir el pasado si se puede requetevivir el presente?»
Suena a frase de fwd cursi o sabiduría de caja de cereal, pero hay que acordarse de ella la próxima vez que estés a punto de reenviar el fwd de caricaturas y juguetes ochenteros, o contando la misma anécdota una y otra vez en cada reunión.
Si se puede viajar en el tiempo, pero solo para adelante y despacito.
Y como esto se trata de irse refriteando el uno al otro hasta el infinito: «Si tuviera sombrero, me lo quitaría». Esa última frase lo merece
Hey maese Mau, chida su mención y me leí su post estando totalmente de acuerdo con usted, yo ando medio harto de juntarme con mis compas de todos los días a nomas estar pensando cómo vivíamos sin preocupaciones en el pasado, y por andar pensando en ello nos olvidamos que tenemos que vivir los días con mas ganas de vivirlos bien.
«Sí se puede viajar en el tiempo, pero sólo para adelante y despacito», ha sido contundente y también me quedo con esta frase.
Siga gozando because what you don’t goze now you’ll never goze it again!
Me uno al ‘praise’ de su última frase. Una cosa es recordar y otro vivir patológicamente en el pasado sin disfrutar lo presente.
Su frase final es, sin duda, la frase de la semana. Ojalá un día salgas con ella en la sección de ‘En la Opinión de…’ del Noticiero de López
Los comentarios están cerrados.