When The Man Comes Around

Pasé el año nuevo en la ciudad de México. Después de las fiestas tenía mi vuelo de regreso programado desde las 6 a.m. del 2 de enero, así me daría tiempo de llegar a la oficina a trabajar. Al clima no le gustaron mis planes y un banco de niebla provocó un caos en el aeropuerto de ca CDMX retrasando mi regreso 6 horas.A las 3 pm que llegué a casa no tenía ya ganas de nada y pospuse algunas cosas que tenía planeado hacer, como cargar gasolina, para el fin de semana.

Días antes había recibido publicidad de que ahora algunas gasolineras daban puntos del programa de lealtad de Aeroméxico, eso me sonó interesante.

El sábado 5 de enero, en desconocimiento de cualquier noticia, salí a la calle a hacer varios mandados. Fui al súper, la lavandería, lavé el coche y cosas de ese tipo.
Luego identifiqué la gasolinería que quería ir y me lancé. No me quedaba lejos, pero tampoco es de la que acostumbro ir. Cuando llegué la encontré cerrada y lo que pensé fue «Ahh! seguro la marca apenas está entrando en León y todavía no abren esta sucursal», así que encontré otra un poco mas lejos y fui pare allá con la esperanza de llenar mi tanque y acumular puntos de aeroméxico.

En el camino a la segunda sucursal, pasé por una bomba solitaria que está afuera de un supermercado, y noté que había mucha gente y muchos autos. Se me hizo raro, pero lo atribuí a una venta nocturna de noche de Reyes.
Conforme fui avanzando vi otra estación de una cadena distinta también cerrada, y luego una mas. Hasta que revisé internet y me enteré del desabasto en el estado.

Ya era demasiado tarde, había usado lo último que me quedaba en el tanque alejandome de mi casa. Di la vuelta y en el camino de regreso se encendió el aviso de combustible bajo. Cheil!

Me enfadé conmigo mismo por que después de educarme tanto en fin del mundo y apocalipsis, justo me ocurrió lo que le pasa al protagonista babas que no se da cuenta de las señales hasta que es demasiado tarde. Que oso.

Te fallé George

Estacioné mi coche para no moverlo mas hasta que el abasto esté regularizado.

Los días siguientes han estado como película de apocalipsis chafa. Las calles están vacías, con excepción de las cercanas a las estaciones, donde la gente hace largas filas, o bien deja su auto estacionado y se va. Hubo una nota circulando narrando como una persona a punta de pistola se metía a la fila para poder cargar.

En mi caso he estado campechaneando entre aventones y ubers. El primer día el uber me cobró 30 pesos por la distancia de mi casa a la oficina, anoche la tarifa ya estaba en 90.

Platicando con los conductores se escuchan historias en que algunos encontraron una bomba abierta a las 4:00 am y pudieron cargar, o como aquel que estaba contento por que justo hace un mes le había instalado el adaptador de Gas LP a su auto y el tanque de gasolina le ha durado mes y medio.

La decisión del presidente es muy polémica, unos la condenan severamente y otros la aplauden ciegamente. Por lo pronto no me interesa debatir el trasfondo político del asunto, tal vez después me anime y haga un post.

Afortunadamente estoy en una zona donde tengo cerca muchos servicios, aunque con la movilidad limitada también he estado buscando alternativas. Como por ejemplo cuando llegó la hora de hacer mi súper.

En el Siglo XXI uno puede bajarse un app que lo ayude a sobrellevar el apocalipsis. Mi primer intento fue con el app de HEB, de la que me habían dado buenas referencias alguien que ya lo había usado. La instalé y me registré, pero mi experiencia tronó en la primer búsqueda ya que el catálogo del app no incluía fruta. (El único melón posible de comprar era en Tang). Fail

Mi segundo intento fue Rappi. Bajé el app y me costó mucho trabajó registrarme, primero lo intenté con mi cuenta de correo, luego usando mi numero telefónico y nada. Finalmente elegí la opción de ligarlo a mi cuenta de Facebook y entendí cual era el problema. El pendejo de Manuel Sánchez se equivocó de mail. Mmmpf

Hasta los Manueles quieren ser Mau Sánchez

 

 

En fin, ya me estoy resignando a empezar a comer carne humana. Como se acostumbra en el apocalipsis.

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UPDATE: Afortunadamente @lafocalu tuvo a bien recomendarme Cornerstore, la cual instalé y en cosa de nada ya había hecho un pedido. Hasta me hicieron una llamada disculpándose por que en el fin del mundo se iban a atrasar un poco con el tiempo de entrega.

No habrá carne humana para mi por el momento.

Faltan 52 días para la primavera.