Foreplay Oficinero

En lo que se estabiliza el precio de la tortilla, encuentran los restos de Morelos o dan las nueve (lo que suceda primero), me aventaré un postcín.

Recien me enteré que el café que hay en la casa es descafeínado, osea que llevo lo que va del año bebiendolo de oquis.
Incluso hoy me serví mi termo para mi café camino al trabajo sabiéndolo y esperando que el efecto placebo funcionara.
Debí sospecharlo cuando mis parpadeos por minuto disminuyeron.

Ayer empecé a gestionar la segunda fase del Extreme Makeover, le quiero dar velocidad al asunto, con suerte en un par de semanas estará concluida.
Con la primera fase, hay que retomar disciplina (palabra elegante para ‘rutina’) para volver a agarrar vuelo.

Las plantas que pusieron en la oficina (dicen los rumores que por el feng shui), se están secando. ¿Significará que hay mala vibra en el piso? ¿O que simplemente nadie las riega?. Supongo que por mas buena onda que haya en el ambiente también habrá que regarlas. No solo de Karma vive la planta.

En un lapsus agendus, me atasqué de compromisos para esté sábado. Tendré que conseguirme un clon.

Las visitas empezaron a partir y las cosas se empiezan a calmar en mi casa. (Anoche por fin dormí en mi cama!)
Mi prima poblana y su esposo alemán siguen aquí y ayer, junto con mi hermano, nos pasamos un buen rato en un Bar de esos tipo irlandés. Hence la desvelada y la necesidad por café cafeinado.

Ya son las nueve, oficineemos (del verbo oficinear).

3 comentarios en «Foreplay Oficinero»

Los comentarios están cerrados.