¡Plop!

Una solterona se entera que una amiga suya había quedado embarazada sólo con haber rezado una Ave María en la iglesia del pueblo.

Unos días después decide ir a esa iglesia con el deseo de quedar encinta al igual que su amiga.

Buenos días padre, saluda la solterona.
Buenos días hija, ¿en que puedo ayudarte?

Fíjese padre que me enteré que una amiga vino aquí y quedó embarazada con solo rezar una Ave María.

No hija, no fue así, fue con un Padre Nuestro, pero ya lo corrimos al cabrón.

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