Semana Royale

En uno de los intercambios navideños de la oficina, pedí una lonchera. En algún momento bromeé diciendo que la quería de Bob esponja. Cuando me entregaron mi regalo me dijeron que no habían encontrado ninguna de Bob, así que me regalaron una de los superamigos.
Definitivamente NO voy a perder la clase y seriedad de la investidura gerencial con una lonchera de los superamigos.
Cheil! Como si no fuera suficiente tener que explicarle los chistes a la gente, encima hay que explicar cuando es chiste.
En fin. El punto final es que no he traído comida de mi casa por no tener que usar la P*ta lonchera ya que el wey que me la regaló, me la dio con los ojos brillosos de emoción y es de esos sentidos cual artesanía Jaliciense.

El miércoles fue la fiesta de despedida del Verde, a quien conozco desde hace casi 15 años y considero un amigo con todas las implicaciones que lleva la palabra. La pachanga en general estuvo muy buena, teniendo como únicos puntos en contra que haya sido en miércoles y haya tenido que trabajar al día siguiente y que cuando el agua Quina se terminó tuve que seguir consumiendo alcohol mezclado con agua de Jaimica, lo cual repercutió en un dolor de cabeza marca «Sáquenme de mi miseria» al día siguiente.

Existe una pequeña tienda de conveniencia justo enfrente del edificio donde trabajo y el jueves por la mañana, mientras sudaba frío y había un rave dentro de mi cabeza, recordé que alguna vez en dicha tienda vi de lejos ahí junto a las pilas, unas pastillas llamadas «Hang Over» con un eslogan que decía «¡Vive Sin Crudas!».
No lo pensé mas y baje corriendo a comprar una cajita. 25 del águila me costaron. Regresé a trabajar y mientras mis manos temblorosas servían agua del garrafón y trataban de sacar las pastillas de la caja, alcance a leer: «Indicaciones: Se recomienda tomar 3 pastillas antes de la ingesta de alcohol y 3 antes de ir a dormir» *Tooooing!* Cheil! 25 pesos mas pobre, mi cruda y yo nos resignamos y nos pusimos a trabajar.

Ya por la tarde, me presente a la tradicional y divertida Rosca Anual en casa de Adriana y Alejandro, donde al calor de una taza de chocolate y una rosca de reyes se discutieron temas de actualidad desde la alcurnia del apellido «Henaine», el extraño rito de apareamiento que las Monterreyenas hacen para casarse dónde es mas importante la iglesia que el novio, hasta puntos finos del culto de Santa Muerte y como la exportación del culto fuera de la ciudad es una mina de oro sin explotar. Como siempre me la pase muy bien.

Con mis propósitos de año nuevo, voy bien. Ya estoy cotizando algunos paquetes, solo me falta jale, que alguien mas se anime.

3 comentarios en «Semana Royale»

  1. Como gerente, deben cumplir tus peticiones al pie de3 la letra, asi que no te queda otra que usar la lonchera o pensaran todos que pides cosas sin sentido o lo peor, tus peticiones siempre son chistes, tal vez no es que tengas que explicarlos, o explicar que son chistes, simplemente es posible QUE NO SEPAS CONTAR NI UN CHISTE.

    En fin, «clase y seriedad de la investidura gerencial» es algo que no alcanzo a comprender aqui en la chamba, tal vez en donde estes si se de, pero aqui… por lo cual no puedo comentar al respecto, por lo distinto de lugares, suerte y para la otra, pide lo que quiereas, no lo que sea.

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